Curiosidades del buceo.

Quizá piensas que el buceo es un hobby más, pero ¿realmente sabes de qué se trata? ¡aquí te contamos 14 curiosidades que te sorprenderán sobre este maravilloso DEPORTE!

¿Sabías que casi el 60% de las especies marinas son de hábitos nocturnos? Es por eso que muchos buceadores prefieren el buceo nocturno.
¿SabÍas que el pionero del buceo fue uno de los buceadores de mayor EDAD? Jacques-Ives Cousteau, seguía buceando regular y habitualmente a la edad de 86 años.
La mujer flota mejor en el agua que el hombre, ya que, generalmente, sus tejidos contienen más grasa.
En el oído interno, hay unos “pelillos” que detectan los cambios de posición de la cabeza. Cuando se produce un movimiento, estos “órganos del equilibrio” envían al cerebro señales comunicándolo. También mediante la vista y la musculatura, el cerebro recibe señales de que se está produciendo un movimiento. El problema se produce cuando tanto los músculos que deben trabajar para mantenernos derechos como el órgano del equilibrio en el oído interno señalan movimiento mientras que la vista NO lo hace, produciendo un conflicto/desorden de señales en el cerebro. Es por eso que, en caso de mareo, debemos fijar la mirada en algún punto fuera del barco.
Cuando se está buceando no se utilizan las manos para nadar, con el movimiento de las aletas es suficiente, así se ahorra energía. Las manos se utilizan solo para girar.
La velocidad de propagación del frío es 25 veces más rápida que en el aire. Por eso a 20º en la calle no notaremos frío pero en el agua la notaremos fresca y en un rato la empezaremos a notar fría.
La velocidad de propagación del sonido en el agua es de 10 veces más rápida que en el aire. Seguro que muchas veces nadando hemos oido un ruido del motor de una embarcación, pero al mirar la vemos muy alejada. Por este motivo a diferencia de la superficie, en el agua el sonido llega casi con la misma velocidad a los oídos y es muy fácil adivinar de donde viene el sonido.
El límite de tiempo que podemos estar bajo el agua no lo marca solo el oxígeno sino la absorción del nitrógeno suelto que depende de la profundidad.
No es aconsejable montar en avión tras un día de buceo, ya que el nitrógeno disuelto que tiene nuestro cuerpo puede convertirse en burbujas en la sangre, debido al descenso de presión por la altura.
Si subimos a la superficie aguantando la respiración, la presión de los pulmones disminuye y el volumen de aire que tenemos en ellos aumenta, por lo que el aire puede salir a la sangre o a otras partes del cuerpo.
Las ganas de respirar que te provoca el cuerpo no está provocada por la necesidad de oxígeno sino por la necesidad de liberar dióxido de carbono.
Al acercarse a los 30 metros de profundidad la presión hace que nuestro cuerpo absorba tanto nitrógeno disuelto que sufrimos unos síntomas de euforia parecidos a la borrachera llamada narcosis del nitrógeno. Esto se soluciona subiendo un poco sin sufrir los efectos secundarios, pero si seguimos para abajo los efectos de la borrachera aumentarían perdiendo el control.
La luz blanca está compuesta de diferentes colores (rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, añil y violeta y estos van siendo absorbidos a medida que aumenta la profundidad. Los primeros colores en desaparecer son el rojo, el anaranjado, el amarillo… y así por el orden indicado, tornándose el paisaje a medida que bajamos en una tonalidad verdosa con tendencia al azul hasta llegar a -50 o -60 metros a un color azul monocromo, cada vez más oscuro. Si encendemos una luz restableceríamos de golpe todos los colores, de aquí la utilidad de llevar linterna entre el equipo de buceo.
El 97% del agua de la Tierra es agua salada, y se halla en los mares y océanos. Tan solo el 3% restante es agua dulce pero la mayor parte de ella está atrapada por los casquetes polares y bajo tierra, es decir que tan solo una proporción minúscula de ese 3% se compone de aguas superficiales y atmosféricas.